Tarde romántica

Cambiando de canal, he puesto un programa de boleros. Quien no me conoce no sabe que me paso el día cantando boleros, que me sé cientos.
Que me gustan "Los Panchos", Olga Guillot, Armando Manzanero, Moncho...

No es extraño verme tararear o cantar muy bajito en el supermercado o paseando, si, cosas de locos, pensarán muchos. Incluso a veces engancho la letra de un bolero con otro, como un popurri. También me encantaba tocar la guitarra y susurrarlos, pero eso era sólo para mi.

Si tuviese que elegir un bolero, no sabría con cuál quedarme, aunque tengo varios favoritos. Cada bolero, soy capaz de enlazarlo a alguna situación o persona, y el siguiente, es un bolero triste, quizá porque lo que ocurrió fue triste.


No te digo adiós,
te digo hasta siempre;
tú sabes bien que yo vuelvo
por lo mucho que te quiero.


No te digo adiós,
que es triste palabra;
no hay adios entre las almas
que se quieren de verdad.


No podría nunca
olvidar tu mirada paisaje del cielo,
ni tu dulce acento,
 tus suaves caricias,
tu tierno besar y por eso:

No te digo adiós,
 te digo hasta siempre;
no hay adiós,
entre las almas que se quieren de verdad.


Hasta siempre corazón, hasta siempre.


 


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